En general, todo lo aprendido
sobre el Libro Digital, me parece positivo. Se le puede dar bastante uso a la
hora de llevarlo al aula. Se podría facilitar de tal forma que evitaríamos el
gasto masivo que se hace a la hora de comprar libros de texto, e incluso
vendría bien para evitar la cantidad de tala de árboles que se produce sin
límite.
Pienso
que, si las editoriales, se centraran
más en este tipo de recursos todo sería más fructífero y más ahorrativo y, con
la facilidad que tienen los alumnos a la hora de aprender mediante nuevas
tecnologías, no pienso que hubiese problema utilizándolo. Todo esto mejoraría
la motivación de los alumnos, es algo nuevo, y todo lo nuevo a ellos les
motiva, y más si está relacionado con las tecnologías.
Pero,
aún así, a pesar de mi positividad, no todo es tan bonito. Para que haya este
tipo de libros, implica que todos los alumnos dispongan de un ordenador en el
aula, cosa que, hoy en día, no contamos con ello. Pero claro, si piensas en el
dineral, a la hora de comprar la cantidad de libros, por año, sale mucho más
rentable comprar un ordenador a tu hijo y que de ahí saque casi todo el
material
También
podemos encontrarnos con los profesores, que están totalmente en contra de las
nuevas tecnologías, que se olvidan de que existen y que se acomodan con su
libro de texto, su mesa y su silla, pero para eso estamos nosotros. Sale una
nueva generación, mencionada en las TICE, que puede hacer, con empeño de todos,
que todo esto cambie.
Los
libros virtuales pueden ser muy positivos a la hora del aprendizaje, pero sin dejar de lado el lápiz y papel. Se
puede innovar y la innovación, la mayoría de las veces, con los alumnos, suele
ser muy positiva.
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